¿Caer mal o no caer bien?

Tratar a la gente lleva una implícita declaración de guerra.  El simple hecho de comunicarse con alguien guarda -como quien lleva de paseo a un perro agresivo- el riesgo de originar alguna cuenta pendiente personal, incluso simplemente por la forma de saludar. Y es que tener contacto con la gente, aunque sea para pedir la hora, sin querer lleva una declaración de guerra y bandera blanca de paz que podrían devenir en un asunto personal.

Todo esto lo menciono, en particular, por el caso en el que uno no se lleva bien con alguien con quien ya se comunicó o se presentó. No se puede andar por la vida tomando la bandera de paz del otro y limpiarse con ella cuando no esté presente. Me refiero, por supuesto, a ser honestos con uno mismo y con los demás. Es por eso que uno abiertamente puede aceptar que el otro no le cae bien y no solamente aceptarlo, si no también practicarlo y mencionarlo, el problema es, como dije al principio, que la gente se lo toma personal.

No porque alguien no caiga bien inmediatamente va a ser el enemigo odiado al que se le tiene que eliminar. La gente suele sentirse el centro del universo y, si llegara a saber que a alguien no le cae bien, puede sentirse mal, tropezar de su pedestal de ego e inmediatamente tomar las armas en contra de quien les hizo caer de ahí.

Pero, negar A no significa fielmente afirmar lo contrario a A. "No me cae bien" no significa inmediatamente "me cae mal".

Voy a poner un ejemplo burdo. Una vez alguien me preguntó sobre una banda de rock. Yo le respondí simple y llana mente que la banda no me gusta y en mi interior tenía las razones para responder de esa forma: no conocía su discografía totalmente y la única canción que conocía no me gustaba tanto como para andar diciendo a los cuatro vientos que la banda me gusta, así, honestamente.

Con inmediatez, noté en el rostro de mi interlocutor un gesto de agravio. Entonces, tuve que aclararlo: "el hecho de que diga que no me gusta no significa que odie a la banda y que tenga que denostarla en todo momento, lo que pasa es que nada más conozco dos canciones que, cuando suenan por ahí, puedo llegar a decir 'ah, suenan bien' *procedí a mover la cabeza de arriba a abajo un par de veces* y puede que haya más canciones interesantes, pero en este momento, pues, la verdad no es lo mío". Es así que mi interlocutor cambió de gesto. Incluso hizo una muletilla de que parecía redescubrir el hilo negro.

Así es. No me gusta andar por la vida diciendo que tal o cual me caen bien cuando no es cierto, pero eso no siempre significa que me caigan mal. Si alguien me cae mal, lo digo o lo trato de demostrar con cierta conducta y ya.

De cualquier forma, caiga bien, no caiga bien o caiga mal, a las personas se les trata con respeto, como siempre, y con la distancia precisa. Ya cuando haya agresión explícita (de esas que no tienes que andar adivinando o suponiendo si lo fue o no), ya es personal.

Yo sé que es probable que no les caiga bien por mi forma tan fría de escribir y de tratar de llamar su atención, pero, aún así, ¡alegres saludos a todos!

Firma: Josué Genesi.




Sígueme en FacebookInstagram y TikTok.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lanzamiento Página de un libro inédito

Acción y efecto de arrancarse la piel

Luces